miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL VERDE FRUTA




Este pueblo no es tan distante de la atractiva y distraída ciudad de Barranquilla, pero a diferencia de aquella, la magia de la sombra es su sello distintivo. Cada sombra - atenuación intencional de la luz que bajo el influjo de la defensa de la propia naturaleza, cubre una zona para beneficio de los convivientes, sean humanos o animales - es distinta y hay algunas que dejan filtrar menos rayos solares que otras y hay otras donde la temperatura está por debajo de los 25 o 23 grados centígrados; todo un milagro en un mundo marcado por el desorden climático y la ardiente temperatura tropical. El asombro se ha filtrado entre muy pocos pobladores como esas raras enfermedades que nadie puede explicarlas. Los forasteros que la visitan se van con los deseos de regresar otro día, pero para no irse jamás. De Europa llegó hace días, concretamente de la reconocida Madre España, un ser extraño, descamisado y descalzo que nos confundió con el paraíso y se quedó por varias semanas hasta que comprobó que la sombra del mango no es la misma sombra de la fruta prohíbida, y después de varias “fumas de ayer” se marchó por donde vino con la promesa de regresar en otra ocasión para disfrutar del paisaje verde tomasino. Y en otra oleada de visitantes gringos y canadienses, con sus idiomas e ideas de otros mundos, éstos se asombraban de encontrar un universo del tercer mundo con prácticas del primero. Y nos observaban entre incrédulos y mesocráticos, algo indulgentes para concluir que somos raros y no ciudadanos intencionados de crear un mundo nuevo.

El penúltimo hombre “extranjero” que tropecé alumbrado y asombrado de pueblo fue el joven que vino en “locodocumental”, auspiciado por la Alianza colombo - francesa en el mes de agosto de este año. No sólo fueron sus ojos, brillando en la noche como estrellas cercanas al primer piso, fue su voz, cálida, brotando del alma, mientras su mente no podía controlar lo que sentía… “Nunca imaginé que Santo Tomás fuera así, tan hermosa, tan…” y su voz se perdió en la voluntad de la salida del aire de la garganta y el barullo y el ruido del mundo que se agitaba frenéticamente en el exterior de su interioridad.

LAS CALLES Y EL VERDE FRUTA DE SU ALMA

Visitar sus calles nos asombra por el color verde fruta del ambiente, pero el asombro es bondadoso porque se tiene la impresión que estamos en otro mundo, o en la gigante finca con la que soñamos todos los convivientes de un mundo en crisis por el desorden del clima. El hombre, depredador de la sagrada naturaleza, aquí en Santo Tomás comienza a redimirse y plantearse las mismas preguntas del hombre civilizado y humanizado de siempre, preguntas del dolor humano y del dolor de la naturaleza, pero dentro de la unidad ecológica que representa. Ojalá todos seamos conscientes de este valor para poder sostenerlo en el tiempo y poder exportarlo.

PLAZA PRINCIPAL



Esta es la zona del parque de la plaza central y una de sus salidas al barrio Lucero. Desde mi niñez la he asumido como parte de la historia municipal, no sólo por su diseño español, también
porque en ella están dos bellos árboles abuelos que nos recuerdan que no estamos solos y que mucho antes de nosotros, existían seres vivos como el árbol que nos protegían y nos protegen de las penurias del clíma tropical, sobre todo del insoportable calor actual, producto del desorden climático. Cuando uno se asoma a su alma, la observa casi inmensa como el desierto o el mar, pero es nuestra memoria, anclada en los recuerdos del extraño papellón que se construyo en su piel de arena, conservado en fotografías y capturado por los años 50 por el viejo Tito Mejía, biblioteca de recuerdos vivos del Santo Tomás de todos, o en aquel parque redondo como el sol, resguardo de los hombres valientes que se atrevían a desafiar las bestias en los tiempos de la corraleja.



SANTO TOMAS, UNBELLO PUERTO DE ALMAS DEL DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO Y LA REGION CARIBE



Cualquiera sea su destino cuando usted viaja por la carretera Oriental hacia los municipios
del sur del departamento, siempre tendrá la tentación de ingresar al más verde de las
municipalidades de la región Caribe: Santo tomás. La de la izquierda es la entrada cuando se viene de Barranquilla y el ingreso es por la llamada Avenida del Mango. La de la derecha es la
extensión de la carretera Oriental, la que conduce al lado derecho, entrada pegada a la segunda bomba de gasolina, al municipio de Polonuevo, y derecho conduce a los municipios de
Palmar, Ponedera, Campo, Suan y Santa Lucía, esta última bañada por el Canal del dique.